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La Historia Familiar

 

A los lectores de Internet, los voy a hacer participar de algunos hechos que para mi sola, son pesadísimos y no es justo que yo sola, cargue, con todo el peso que me han obligado a transportar por este dichoso y vendito mundo, guau, miau...

Comenzaré desde el principio, que es por donde sugieren se empiece.

Cuando mi amada Madre me casó... ya no es ninguna novedad.

Yo entré dentro de esa aristocrática Familia sin saber o imaginar “qué era eso”, empecemos como yo lo supe explicar; solo tenía 2° grado, ya que había comenzado el 3° grado, pero al ponerse mal mi Madre, yo debí dejar de estudiar, ya que debía “casarme”, yo no entendía que tenía que ver una cosa con la otra, grrr... en fin.

Claro, tenía que ver... ¡y mucho! Era el quid de la cuestión, para que nadie se asombre yo recién “lo voy comprendiendo”, pero como dice una canción que solía cantarme mi hijo para estas ocasiones, que decía: ...”Tarde ya muere el Sol”... y en ella resumía todo el “retardo” que tuve en entender las cosas... guaaau.

“Más vale tarde que nunca”, tarde pero las fui entendiendo.

Al ingresar a esa morada, ignoraba que era “la antesala del infierno”, según mi Madre me casaría para no quedarme sola, en orfandad de este mundo, de allí que lo haría con “un  buen pretendiente” para insertarme dentro de una Familia bien “constituida”, cosa que no anduviese rodando como una bola por los intrincados laberintos de esta tumultuosa vida.

¡Qué vendita sea mi Madre y sus nobles pensamientos”!, yo; ...“sí mami, no mami, bueno mami, lo que vos digas mami”... no quería contrariarla, pero pero el destino no me ayudaba, con “la selección de pretendientes”.

El primero – de los 12 años hasta los 13 – lo soporté un año, el segundo – de los 13 a los 14 – y allí mi Madre se engranó y me dice: “te vas a casar con este y se acabó”, la verdad que les hice una de cada color para que desistieran y se fueran, pero eran resistentes como la ropa “Anan de Pergamino”, o “la yerba Taraguí” que aguanta hasta el último sorbo.

¡Qué felicidad inmensa se cumplió el sueño de mi Madre... me casó!”.

 

   

 

Entrar en esa casa, era como meterse en una bolsa de gatos... miau, miau.

“Eran 7 hermanos y ella no era tan santa” que digamos.

 

Participación para mi Casamiento

    

 

Felicitaciones de los Moyano Loza

Felicitaciones de los Moyano Lezama

 

Felicitaciones de los Moyano Cires

 

 

Vamos a decir la verdad!!!... la vida nunca me sonrió, siempre me mostró los dientes, cuando no los colmillos.

En cambio yo a la vida siempre le sonreí comprensivamente, por más perrerías que me hizo, por eso es que llegué a la conclusión, que justo es que compartamos, las alegrías y las penurias, con los lectores de Internet.

¡No fuera de broma... aquí alguien se está llevando mi parte de “alegría”!

Y como diría el viejo Vizcacha... me están madrugando.

Yo no digo que me regalen nada... pero un reconocimiento, una medalla o plaqueta, por la “corajeada”... la vida ¡no me reconoce nada!

Prosigo con el relato de esta ingrata vida.

Eran cuatro chicas y 3 varones.

Apenas me casé yo e ingresé a la Familia, fallecieron 2 de las chicas, no del “susto por mí”, sino por la epidemia de la época, o sea “que yo era la más chica de la Familia”, después del lamentable deceso.

Una mujer y un barón se casaron, pero era común en esa época, los domingos reunirse todos, éramos igualmente 10, una jauría.

Así como eso era común, reunirse los 10, así eran las “tremendas trifulcas”,  que se armaban, yo no estaba acostumbrada a ese ritmo.

Par que esto se entienda, comenzaré por la azarosa vida de mi querido y sufrido “Suegro”, debido a el existía “esa Familia y ese apellido”.

El Padre de mi Suegro tenía fincas de cañas de azúcar en Tucumán, las cuales eran atendidas por matrimonios con hijos y ellos se ocupaban de tomar, las cosechas en tiempos de la zafra y llevar la caña de azúcar al “Ingenio”, el cual les devolvía, parte bolsas de azúcar, parte en dinero, las bolsas de azúcar las embarcaban en el tren carguero, El Mitre, directo a Córdoba, a “Villa del Soto”, que tenían la Fábrica de Dulces “La Soteña”, mientras mi Suegro estudiaba una carrera universitaria en la Facultad.

A todo esto, el Padre fallece, de allí que mi Suegro debió dejar los estudios, para ocuparse, de “los negocios de la Familia”.

Aquí comienza el drama de mi Suegro, o “El Calvario Coya”.

El viajaba constantemente de finca en finca, del ingenio a la fábrica de dulces y la mar en coche.

La Familia de mi Suegro “tenían negros para la servidumbre”.

Matrimonios negro, a él, a mi Suegro lo crío una negra; "Doña Tomasa” y le decían como era la costumbre entonces: “el niño”.

Cuadro de texto: Mi suegraA pesar que ya se había abolido la esclavitud, no se quisieron ir y se quedaron con la Familia... Los negros... ¿a dónde iban a ir? si no.

O sea que cuando mi Suegro visitaba las fincas, los caseros gritaban: ¡viene el Niño!, por lo general trataba los negocios y dormía en un hotel, se quedaba solo el tiempo necesario con los finqueros.

Pero un maldito día, en una finca “lo esperaban" con un soberano asado, un lechón o cordero y le insistieron en quedarse, comió y lo “roció con tintillo”... que mi Suegro, “según creía, algo le habrían echado al vino”, la cuestión que despertó al día siguiente, y no se podía levantar, que la cabeza se la partía y tenía junto a el una “china coyita”.

Resulta que en esa finca, generalmente estaban la Madre y el Padre como encargados, como mi Suegro no conocía a nadie, de la noche a la mañana, debió hacerse cargo de todo, el Padre y la Madre habían fallecido y solo estaban los hermanos, eran 2 y la coyita hermana... y esta tema del asado fue un complot de los hermanos.

Cuando mi Suegro despertó los hermanos lo amenazaron y mi Suegro se comprometió a casarse, pero que esperaran que aclarase algunas cosas.

La cuestión que la china quedó embarazada (eso le dijeron) y se fueron a Córdoba los dos hermanos con la ferretería y la china para "casorearla" allí nomás en Córdoba, y allí nomás debió casarse o lo liquidaban.

Cuando llevó la china a su casa le dijeron... “qué cómo se atrevía a llevar eso a la casa”... y el quiso explicarles, que esperaba un hijo de él, y le dijeron que a él solo sí, pero a ella ni locos.

Así fue el primer enfrentamiento con su Familia, o sea que un muchacho joven, es lo común que los Padres lo bancan para que estudie, “pero con cola como el barrilete no”.

O sea que ya no había vuelta atrás, le serraron las puertas en las narices, y el repertorio de siempre: “lo hubiese pensado antes”. ¿Antes de cuando?, aquí va parte de un tango que decía: “la gente es bruta cuando se engaña”... por supuesto, la gente, los vecinos, el pueblo... pero ¿y la Familia?, claro que los hermanos de ella tenían interés monetario, pero ella era una indiecita... ¡a ella le gustaba el Niño!, ella no se si tendría un metro y el 1,80 o 1,90 rubio, nunca me fijé el color de los ojos, a mi me trataba de Usted, y cuando me decía: “venga para acá que vamos a aclarar algunas cosas”... yo temblaba, prefería cualquier cosa a que me increpara... ¡mi Suegro! ... para mi era la muerte.

“Primero era un caballero”, me decía las cosa como nadie me había hablado nunca, yo Padre no tenía, se lo llevó la turca cuando yo tenía 2 años y mi Madre 24, “a él se lo llevó el carnaval”.

Prosigo, era recto, justo, buenísimo, humilde, para mí era un Padre, un consejero, comprensivo, pero eso sí, ya me tenía el tiempo tomado el tiempo, y apretada la tecla, que más me hacia gemir, yo me ponía a llorar desconsoladamente y el aprovechaba, para machacar, más fuerte, no me tenia piedad ni consideración porque sabía que era la única forma de que la entendiera.

El tema es que mi Madre me casa y a los 8 meses se muere, le prohibieron verme más, una cuñada me dice mucho después que algo como un mes después le dijeron: “bueno señora, ya la casó a su hija, ahora no tiene más nada que hacer en la casa y no se le ocurra venir”... yo no lo sabía, tal es así que un día como todos los días viene el carro del verdulero y mi Suegra me dice que salga y lo atienda y compre cebolla, yo salgo ya que me tenían prohibido, salir ni a la puerta, me levanto el delantal y al arrimarme al carro, veo, una señora que está en la media cuadra, que era esquina y me espiaba, con un vestido violeta, como el que yo le hice yendo al corte y confección “y me quedé aturdida”, no lo quería creer... ¡no... como va ha ser mi Madre y no va a venir a verme!, no, no puede ser... no dije nada a nadie, pero esto aumentó mi angustia y cuando fallece a los 8 meses de casada, ya eso los convenció que era cierto que me casaba porque le quedaban relativamente, el tiempo justo... cuando ella falleció, yo estaba de tres meses... no estoy equivocada, me casó el 26 de noviembre y falleció el 26 de julio... ¡no! Me equivoqué, el 24 de de noviembre me casé (recién me fijé en la libreta de casamiento), guaaau...

Yo estuve los 15 años de casada llorando, una por mi Madre otra por haberme casado y haberse hecho humo y no verme más.

De allí que mi Suegro aprovechaba cuando se quedaba solo conmigo para ajustarme las clavijas, como a la guitarra.

Y me decía: ...”escúcheme, Ud. Debería estar agradecida a su Madre, que la casó antes de morirse, piense que si Ud. Se quedaba sola que iba a ser de Ud.”, psss, snif, bubunnn...

Sí... esas son palabras lindas, consistentes, no huecas... pero una de las condiciones era que ella vendría a vivir conmigo.

Cuadro de texto: Mi suegro (el primero de la izquierda) con amigosBien, prosigo, ya expliqué en otra página este tema, en una oportunidad y estando mi marido en casa, yo me saco un delantalcito de cocina, en la cocina y mi Suegro va y me pone una tranpera de laucha en el bolsillo, pero yo me avivé y no me pasó nada, entonces la desactivé y la volví a poner en acción y se la puse en el picaporte donde seguro iría, así fue, va a tomar el picaporte y ... Chaff!, le tomó los dedos, se puso a los gritos y le dice a mi marido que pusiera orden: ...”¡tu mujer no tiene juicio, ni formalidad!”... y mi marido por primera vez saca la cara por mí, yo escuchaba asustada y el le decía: “pero papá, ¿no ve que es una chiquilina de 15 años?, que juicio y formalidad le va a pedir” y allí mi Suegro lo abarajó y le dice: “¡cómo, no me dijiste que estaba por cumplir los 18?”, y mi marido le dice: “Sí, pero me olvidé de decirle que dentro de 3 años”. Stop.

Bueno y allí le dice: “no le hago bromas que ella no sabe medir donde empieza y donde termina, el derecho de cada uno, el permiso... Ud. Le hace bromas pesadas y ella ¡qué sabe!... cree que está en igualdad de retribuirlo, es Ud. el que tiene que controlarse”, al final en cada despiojes de estos yo aprendía un montón, grrr, psss, mi Suegro estaba desconcertado.

Prosigo con el relato.

Al final tubo una trenzada fuerte con su Familia y él de la bronca o disgusto por la incomprensión, por el desprecio a la chinita, que si vamos al caso él tampoco la quería, le tendieron una cama ... y bueno él era recto y tenía honor, pero estos condimentos en ciertas cosas, como estas, para la Familia quedaban fuera de discusión, 1° está el respeto y honor de la Familia, su alcurnia, su idiosincrasia y después si en caso en 2° término, el problema personal de él y la Coyita, aunque ella decía que era tucumana, porque tenía mejor categoría decir tucumana que coyita, estaban en la finca en Tucumán los Padres cuando los contrataron.

Prosigo, la Familia se sintió humillada, rebajada, señalada, ya que vivían en la figuración y para la figuración, ERAN DE LAS OLIGARQUIA, Familias Patricias, participaron en la Independencia de la Patria, esta Familia se compone de Patriotas, Héroes, caídos en las batallas ¡y que este hijo les saliera descastado?, cuanto que al morir su Padre debería haber sido el Puntal, Soporte de un legado que la fue confiado, un Legado Patriarcal, y él, consideraba la Familia, lo había denigrado al punto que su Familia se sentía en la más tremenda orfandad, las hermanas se hicieron monjas.

A todo esto y con tantos reproches, que el creyó injustos, mi Suegro les dijo que ya mismo renunciaba a todo lo que podía corresponderle; rédito, Familia, bienes, patrimonio, legado Familiar con todo.

De allí que todos los domingos se armaban las trifulcas “panorámicas” que yo no entendía porqué, ya que se cuidaban muy bien de mencionar algo que el que oyese pudiese llegar a interpretar, deducir de que corno discutían.

Prosigo, mi Suegro tomó su “coyita” y se fue y se puso a trabajar de “Mótorman de Tranvía”, para que todos lo vieran... “¡mirá el niño!”, y a ella la puso a hacer empanadas, que era lo que sabía hacer y a vender, y le dijo que la llenaría de hijos (10), de lo que se, 3 se le murieron de chiquitos que cuando me casé había 7 y 2 fallecieron, cuando me casé.

Cuando en Rosario abrió la empresa “La Ciudad de Roma”, que era lo que hoy son los fabulosos supermercados, mi Suegro entró de vendedor, sacaba salario Familiar por los 7 hijos y aparte, sacaba todo, de la empresa; ropa, calzado, calzado y comestibles.

Bien, nunca pude saber, el porqué de esa guerra Familiar, cuando lo supe ¡fue tarde!

Cuando mi Suegro decidió dejar Córdoba, ingreso en esa empresa que era inglesa, cuando subió Perón la empresa se retiró, y mi Suegro quedó en la calle con 7 hijos, entró en Previsión y Hogar, venta de casas y terrenos, como vendedor y a esto el mayor de los hijos volvía del Servicio Militar y lo izo entrar en Previsión y Hogar, estando allí mi Suegro logró comprarse el caserón de “Villa Diego” y se mudó o mejor mudó a la Familia a Villa Diego.

Entonces era todo campo... se contaban las casas y las chicas recién salían del colegio, que las puso pupilas en las monjas a los 6 años y ya cumplían los 22 años, y... o salían o se hacían monjas y mi Suegro las sacó, las retiró del colegio.

Allí entre yo a formar parte de esa trups.

Seguían las peleas y estaban dividida, la Familia en 2.

Al final pude saber que le reprochaban a mi Suegro que él no tenia ningún derecho de haberlos privado de la herencia que les correspondía y “el patrimonio Familiar, quitarles la herencia de la sangre, su patrimonio cultural, la idiosincrasia, la alcurnia”, en fin eran un rosario de reproches, que le hacían a mi Suegro.

A mi me trataban como bien lo dijeron un día que vino una señora muy elegantona ... no se si de buenos Aires o de Córdoba y les pregunta: “¿y esta chica?, por mí y le dicen: “es la muchacha”, y yo idiota de mí le estiro la mano y la señora muy amable me saluda, Claro yo qué sabía quien era “la muchacha”... pero la mujer si me sonrió y habrá pensado: ”que educada es esta muchacha”, en fin supe que la señora venía a avisarle a mi Suegro el fallecimiento de la Madre.

Pero voy a otro tema , un día me encara la jauría , y me estaban basureando y entre ellos estaba mi amado esposo, en eso mi Suegro estaba en una pieza, sale de tarje y dos valijas y le preguntan: “¿Papá, adonde va?” y contesta: “a mi Córdoba” y las chicas se le prenden de las piernas y empiezan a gritar: “¡no papá, no!” y el les dice: “bueno la van a tratar a elle como Dios manda, si no...”, yo estaba mirando la escena, no sabía donde meterme.

Y bueno la cosa pasó, pero al día siguiente se fueron todos.

Yo hacia poquito que me había mudado al saladillo a ocupar otra casa, que mi Suegro había desalojado a los inquilinos, porque se casaba un hijo y por falta de pago, el hijo era mi marido, así que debimos irnos, yo estaba de casualidad ese día.

Para organizar haber como hacíamos con mi Suegro ya que al no estar más mi marido, allí en Villa Diego, al haberse mudado al saladillo, yo debía estar con el y hable con las hijas y nueras haber como hacíamos ya que mi Suegra hacía rato que lo había dejado solo, y yo había estado viniendo durante un año todas las mañanas, porque las hijas y cuñadas decían que sus hijos estudiaban, en cambio el mío que tenía 5 años recién empezaba el colegio, pero como las señoras no podían, tuve que sacarlo a mi hijo del colegio e ir todas las mañanas, y regresar por las noches al Saladillo, a mi casa y llegaba a las 12 hs.

Mi Suegro me pedía, me imploraba que lo dejase solo, porque no lo resistiría, cuando llegaba a mi casa me ponía a llorar por mi Suegro que quedaba solo.

Yo viajaba todas las mañanas, lavaba la ropa, limpiaba mi casa y luego me iba con mi hijo y regresaba a las 10, tomaba el ómnibus de regreso a veces lo perdía y debía esperar sentada en el Banco de porland que estaba en la avenida San Martín frente al despacho de Ramos Generales de Lavalle, hasta que vinieron las vacaciones de las escuelas, entonces fui un sábado y le dije a una de mis cuñadas, esposa de mi cuñado: “bueno doña, ahora ya no tendrán excusa para venir a atender el abuelo, ya que yo es el último día que vengo”.

Cuando me estoy por ir le dice la víbora de mi concuñada a mi suegro: “así que se le va la sirvientita” y le digo barajándola: “si, justamente la sirvientita, porque Ud. Es la Sra. de... yo soy la sirvientita”.

Solo Dios sabe lo que me costaba hacer eso y no era por mi suegro, sino por la desidia que tenían todos y para ver como reaccionaban, hoy el cargo de conciencia no me deja vivir, porque nunca lo debía haber hecho y más después de haber presenciado las trifulcas y como lo trataban a mi suegro y si se contenían un poco era por mí, porque por nada del mundo querían se supiera, el porque de las trifulcas.

“Retrocedo”, aunque esto ya lo explique al principio de la página, Mi suegro y mi suegra se levantaban a las 7 de la mañana y tomaban mate y ella se iba y el quedaba solo asta que yo llegaba. Esto fue así durante años ya que yo no savia el tema, que la familia o mejor las chicas tenían tuberculosis.

Cuando me case entre en esa familia, a la más chica la pusieron a los meses, pupila de las Monjas, yo tenía 15 años y la piba recién cumplía los 14 años... en Mayo igual que yo, éramos de géminis; signo dual de aire, volátil, alegre chispeante, nos entendíamos, divinamente, pero lo bueno dura poco para mi, ya que las Monjas Adoratrices recién reciben pupilas desde de los 14 años, recuerdo, como lloraba ella: “¡no mamá no me encierre, yo me voy a morir si Ud. me encierra!”, y la madre tenia el corazón más duro que el pedernal, así fue que la encerró, y yo iba con mi suegra todos los domingos a las 2 de la tarde a verla y que vea a mi “gurí”, que ella lo quería y lo hacia renegar, cuando tenia los 18 años las monjas, lo llaman al padre, mi suegro, que fuera a “retirarla” que estaba enferma, claro si ella se desmayaba, frente al altar y siempre la encontraban allí, al final mi suegro le avisó a mi cuñado al que la familia le decía “El Cacique”, el la fue a buscar y la llevó e interno en La Liga Argentina Antituberculosis, que estaba en San Martín y Ayacucho.

Y allí estuvo de los 18 a los 20, esta piba se llamaba Adela y la otra enferma, Elena, recién casada... lo volvieron a llamar a mi suegro que la fuese a buscar que le daban el alta, que estaba curada.

Yo viviendo en el Saladillo por que mi suegro así se lo ordenó a mi marido, ya que un día mi suegro me dice si mi marido me había dicho que las chicas tenían tuberculosis y yo que infierno sabía, y me dice: “¡y cómo... tu marido no te dijo nada, para que cuides al nene!”, y le dije que no, “si mi marido me dijo que él se iría a Villa Diego y ella, la que se llamaba Elena, como yo iba a venir a vivir conmigo”.

Y mi suegro casi explota y le pegó un levante que yo ya no entendía más nada. O sea que a ella la intentaron en el hospital Carrasco, donde estaban los infecciosos, pero lo más desconcertante de esto es que ella hacia 2 meses que se había casado y el médico dice que no tiene cura y que solo hay que esperar el desenlace, yo siempre la calmaba porque tenía 30 años y estaba soltera y le decía solterona, ya que yo tenía mi hijo de 8 o 9 meses y tenía 17 años y le decía que se quedaría a vestir santos.

Pero pero el casamiento de ella fue muy discutido y complicado ya que el era judío, se llamaba Moisés y la iglesia no lo aceptaba y ella lo quería, entonces lo bautizaron, mi suegro y suegra fueron los padrinos y a mi me decían que era la mezcla de la sangre, lo que la infectó a ella... quilo sa... “¿pero en 2 meses?”.

Aclaro que esto lo estoy escribiendo a pedido de las “chicas”... así es a pedido de Adelita y Elena, ya que del otro lado me lo exigen.

Bueno quedamos que cuando le dieron el alta a Adelita yo estaba viviendo en el Saladillo.

“Pasa, que pasa” que justo sale para los Carnavales, pienso que ella debe haber presionado para que la dejen salir.

Bien, que puedo decir de esta piba... que la internaron a los 14, estuvo hasta los 18 vestida de “Seráfica”, monja de casa... no se y sale y mi suegra la “Coya sin desmerecer a los coyas” ya que estuve más de 5 años con ellos, ¿qué hace esta mujer?, la lleva todas las noches a los bailes, la piba era un ángel, blanca como la leche 4 años sin tomar sol y dos en “la Liga”, la cuestión que los muchachos estaban locos por ella y la empaparon tres noches, de las 10 de la noche a las 5 de la madrugada empapada, al cuarto día comenzó con fiebre, yo volé a verla y cuando la veo me dice: ¡hay... vos sabes lo que me está pasando?, pero no le digas nada a papá ni a mamá, pero cuando me siento en la cama es como si una botella hiciera, glu glu glu... y claro surgía un flor de problemón, que cuando lo llamaron a mi suegro, él ves de llamarlo al Cacique, se la llevó y ahora quien le ponía el cascabel al gato, tuve que ir y aguantarme el sermón y pedirle que la venga a buscar, que la lleve al médico, al final aflojó y me dice: “deciles a mamá y a papá que estén listos que paso por los tres para revisarlos” y así fue que vino a las 7 y los llevó. El médico dijo: “pleura, agua en el pulmón”.

De tener tantas horas la ropa mojada, absorbió el vapor el cuerpo.

A partir de ese momento el médico ordenó cama e inyecciones.

O sea que debí comenzar a ir todos los días a la mañana desde el Saladillo a atenderla, ya que la mamá se fugaba porque decía que no la podía ver sufrir...?????

Mi cuñado me ofreció que le dejase el nene que lo cuidaba su mujer y a la noche, pasaba a buscarlo, además ellos eran tíos y padrinos.

Eso sí, en los 14 años que nació mi hijo, nunca se le festejó un cumpleaños, y él me decía: “¡porqué al Pochi, al Dani, a la Adriana y a la Negrita le festejan el cumpleaños y a mi no?” y yo le decía que porque ellos no se acordaban “por sí solos”, entonces había que hacer una fiesta para recordárselo, en cambio vos te acordas solo, sin que te tengan que hacer una fiesta, “para qué?, si total vos sabes que existís, estas acá, no precisas que el Tío y la Tía te lo recuerden” .

Era, fue un tema que tenía que tragar saliva por partida doble ya que a los 10 de la familia, los domingos, siempre cumplía alguien o mejor dicho era para festejar algún cumpleaños.

Por supuesto si yo era la Muchacha... no me festejaron en 15 años de casada...???, pero lo que debía trabajar los sábados y domingos para esa jauría!!

Prosigo con mi cuñadita Adelita.

Cuando yo llegaba a las 9 de la mañana mi suegra se hacia vapor y recién desayunaba, así transcurrieron otros 2 años, hasta una mañana que llegué le quiero dar el desayuno y me dice: “no, no quiero nada”, “¿porqué, qué te pasa?”, y me dice : “¿para qué, si ya no vale la pena?”, y le digo: “qué te pasa, no me vengas con cuentos! y se pone a llorar, - “¿qué te pasa, contame!, y me dice que a las 7 cuando papá y mamá tomaban mate junto a la ventana, -“senti que hablaban de mí, y mamá le decía qué pasa, que ya no la llevan al médico y papá le dice para qué, dijo el médico que ya no vale la pena hacerle más nada solo esperar” y yo le digo: “¿sonsa, y vos le crees a los médicos?, si me dijeras que ellos tienen una fórmula para preservarse ellos de la muerte, allí si les creería, pero vos... qué estuviste en un colegio católico... ¿cómo podes creerlo, no viste que ellos dicen: La ciencia ya izo todo lo que pudo, ahora está en manos de Dios... y que más queres, o acaso vos ya no crees más en Dios?” , “si, si, si yo quiero vivir”.

Al  día siguiente de este mal trago, voy a mi cuñado y le digo hacer algo y me dice que ya no hay nada que hacer, y le digo de llevarla a San Nicolás, que allí hay un algo así como un instituto y salta mi cuñada, o sea la esposa y me dice: “para que llevarla a morir a San Nicolás, pudiendo morir aquí”, y casi me la como cruda como un rabanito y le digo: “¡escúcheme... si Ud. tuviese una hija.... pero que digo, si Ud. tiene una hija de 18 años... y supiese que hay una oportunidad no lo iba a intentar!”, y mi cuñado le dice: “vos no hables más”, y yo me pongo a llorar y le dije: “hágalo por su hija que Dios lo va a ayudar” y me dice: “bueno andá y deciles que mañana a las 7 los paso a buscar”.

Me fui saltando de alegría y disparando a darle la noticia y le digo: “Adelita que queres tomar” y me dice: “quiero algo pero... no se si vos me vas a querer dar”, - “decime lo que vos quieras”, - “para festejar, cebame unos mates” y le digo: “bueno vamos a tomar mates cebados de primera”, y tomamos los mates de despedida.

La familia.... si tomaban un cubierto o un baso o un plato, le echaban con la pava delante de ella agua hirviendo, y ella lloraba, ya sé que es la forma que se hace para matar los microbios, pero... en fin.

Fuimos a San Nicolás y todo de 10... la aceptaban, pero el reglamento era que para internarse y como fuimos mi suegra, mi cuñado y yo, elle me dice: “me bañas vos, no quiero con mami... pero no me mires” y le digo: “si... a lo mejor tenes algo fuera de lo común”.

Vamos al baño, pleno julio, no tenían agua caliente y me traen una pavona como de 5 litros hirviendo y un balde y un jarrito, era un internado de monjas, la bañé y la envolví en un toallón, “que la vamos a pesar”... la pesan; 23 kilos, y enseguida corrió la pesa y dice: ”¡23!” y le digo: “no tonta 32, ya ni ves los números”.

Nos fuimos de vuelta y volveríamos el domingo a verla, era jueves.

Al domingo fuimos con mi suegra y estaba rozagante, hasta había engordado y le pide a mi suegro, que traiga para el otro domingo, lana, que quiere hacerse una mañanita y fuimos las dos, y le llevamos la lana y al volver el domingo siguiente ya había empezado la mañanita rosa, las monjas le enseñaron el punto garbanzo, y nos fuimos estaba loca de la alegría y gritaba: “¡quiero vivir!”.

Y a eso de las 8 de la noche, ya habían apagado las luces y avisaron por radio que falleció Evita... y todas las monjas, las enfermeras a llorar a los gritos. Ella se asustó tanto que le dio un infarto, bueno... lo que fue traerla, el papelerío por el control, el tema es que cuando la traían llovía a cántaro, veredas de barro... fue una odisea, sin contar la perra de mi concuñada, empezó: “avisto, yo sabía, yo lo decía... y para que, 2 semanas...”.

A esto, al tiempo, una de mis cuñadas me dice: “yo nunca voy a olvidar lo que hiciste por mi hermana”, ¿y qué hice?, le digo, sin saber con que me iba a salir, y me dice: “que les hiciste abrir el cajón a los de la cocería y la abrasaste y te pusiste a llorar”, y yo estuve tan mal que si no me lo dice ni lo sabía y que el hombre me saco y dijo: “bueno señorita lo tenemos que cerrar no podemos dejarlo abierto, por el contagio, que despiden los microbios”.

Bueno se fue Adelita, le había dicho a la familia, si me muero todo lo mío, mi ropa, zapatos, queda para elle, por mí, y a veces me hacía enojar y me decía: “te crees que yo no se que estas esperando que me muera”... sin palabras.

Juntaron todo y lo vendieron, porque decían, precisaban el dinero, “SE FUE ADELITA, MI ANGEL”.

Prosigo con mi otra cuñadita que estaba internado en el Carrasco, para infecciosos.

Un 1° de Mayo estaba toda la familia reunida en Villa Diego de empanadas, asado y locro.

En eso... estoy en el fondo del terreno de la casa y la veo que pasa por el tejido y salgo corriendo a los gritos: “¡vino la Elena!” y  se alborotó la casa, ya que estaban todos los chicos, yo idiota de mi, corro y la abraso y le doy un beso, ella entra y se reúne la familia a puerta cerrada, cuando salen, veo una “hostilidad” conmigo que no entendía.

Una que al ser 1° de Mayo no andaban ni los colectivos ni los taxis, o sea que se vino caminando!!... que se yo... unas 50 o 100 cuadras, desde Alberdi a Villa Diego, o 200 cuadras, no tengo idea!!.

Le dieron, un plato de locro y la llevó en el auto mi cuñado.

Como esta cuñadita se enfermó a los 2 meses de casada ella tenía su casa amoblada y su esposo Moisés.

Al final ella no quería estar más en el hospital y quiso volver a su casa  y que le pusiera el marido las inyecciones.

Yo no sabía de su estado ni preguntaba nada por la “Hostilidad”.

Después de este mal trago pasó un año y mi marido me supo decir, que no se me ocurriera ir a verla.

Y yo pensé... me cuida... ¡que va!

Al año me manda a llamar, el marido de ella le dice al mío, ya que trabajaban juntos en el frigorífico, y fui.

La Elena me abrasó y besó, y me dice que quería que la perdonara y le dije de qué?, y me cuenta: “vos sabes que mamá me vino a decir al hospital que vos estabas viviendo con mi marido, que mantenías, relaciones y por eso me vine del hospital, pero mi marido me juró que era mentira, y vos imaginate ponete en mi lugar, como mi madre me hace esto, está bien suponte que es porque te odia a vos, pero, ¿y yo?”, yo me puse a llorar y ella a consolarme y al final lloramos las dos, y me dice: “¿ me perdonas por haberle creído a mi mamá?”, - “pero Elena, Elena ni me lo preguntes, vos sos la victima de esta intriga, yo soy la que te tiene que pedir perdón a vos, que ayas sufrido tanto tiempo sola esta infamia”, - “te pido que la perdones a mamá”.

A las 2 de la madrugada un vecino, vino a avisar que fueran urgente que ya se cortaba, fue mi suegra, mi suegro y mi marido, la friccionaron con alcohol, ya que asta que se apagó gritaba del dolor infernal corporal.

Que puedo decir de esto, que me llamó cuando se sintió morir.

Se fueron las 2 enfermas de lo mismo, la más chica y la más grande, las 2 chicas que más quería... 2 ángeles... y por ellas lo hago.

Son las 2 que no se, como hacen de arriba, hace años me aferraron las 2 y me decían: “vos lo tenes que hacer, vos sos la única, vos podes, nosotras no, no podíamos ni debíamos”.

Pero no me dicen qué, que es lo que debía hacer... y recién me dicen que esto... lo que estoy haciendo, que su Familia, la familia de ellos sepan, yo no conozco a nadie, ni nada material, ni rencor me impulsa, yo ya estoy más allá de todo, curtida... curada de espanto, y a soportar las consecuencias, lo hago para que las chicas y mi suegro descansen en paz, no me guía nada mezquino.

Cuando yo me casé y pasé a formar parte de esta aristocrática familia, mi cuñada Elena, la mayor de las mujeres tenía 30 años, ella me dijo: “ya que viniste vos, yo te dejo la posta y me voy a trabajar cama adentro, y vos te quedas en lugar mío, y ahora vas a saber lo que es bueno”, yo no entendía nada, claro estaba harta de que la madre se haga humo y la largue con toda la casa. Se fue a trabajar cama adentro a la casa de una familia noruega, era el tiempo de la guerra, ellos eran navieros y viajaban continuamente, o sea que ella hacia de casera, me supo llevar a conocer y me quedé encantada, la casa adentro era un barco, la mesa y los bancos largos como los de playa pegados al piso y 4 barras de madera que atravesaban la mesa y seguían hasta el techo, servían de patas, pero lo más notable era el piso de listones de madera de una sola pieza, el comedor era un barco, a mí me encantaban los noruegos... vendrían cada mes ... o más, mi cuñada Elena estuvo desde los 30 a los 32 que se casó con Moisés, y al mes se enfermó y a los 2 años se fue, “pasando a otro tema y a otro mundo”.

Después que se fueron las 2 chicas quedaba la tercera que también se enfermó, con esta como estaba casada y tenia un hija de 8 años, allí la encaré y le dije de todo, menos linda, me dijo los síntomas y le dije: “señora hágase ver ya no ponga en riesgo a la nena”, y me dice: “si, pero vos sabes lo que me va a salir si voy a un médico y luego... si tengo que hacerme un tratamiento???”.

Y le dije: “¿cuántas veces vas a estrenos de teatro y cines?, si no quiere hacerlo por Ud. hágalo por su hija”, y así fue, el marido la acompañó y yo me quedé con la nena. Viene y dice que tiene cavernas en los pulmones, que debía estar estrictamente en cama, 2 litros de leche por día y ½ kilo de hígado crudo y alejar la nena por lo menos tres meses, yo la iba a cuidar... el hígado  crudo en sellos o cápsulas, triturado, y mucha fruta, engordó como 20 kilos, estaba rozagante, inyecciones de estreptomicina y oro, la cuestión que no solo se curó, quedó hecha una ternera.

Quedaba la 4°, pero ella estaba casada con el administrador de una mutual, o sea que tenía médicos y remedios a su disposición, salió indemne de esta batalla.

Pero, pero lo que más las enervaba, tanto a mi suegra como a estas dos últimas hijas era yo y siempre yo.

Yo era el misterio de todo, tanto me mortificaron desde que ingresé a esa casa que es de no creer, o para estudiarlo psicológicamente para tratar de desentrañar, qué tenían en la cabeza esta gente, que Dios me perdone... pero con todas y tantas intrigas y taradeces que me tuve que deglutir, que al final me lo tomaba en broma y me atacaba la risa o me lo hacían los “Extras” para poder resistir los embates, no creo que cualquier ser hubiera aguantado lo yo.

Empiezo... cuando entro a formar parte de esta “sainete”, más comúnmente llamado Familia y... “que mi madre me había casado con premio”... como vienen los huevitos de pascua, yo... los y las miraba, seria y largaba la carcajada, y no les contestaba, nunca les contesté ni a las indirectas o injurias.

Si yo tengo que decir mi visión; los veía chiquitos, miserables, mezquinos de alma, seres miserables empequeñecidos... de desconocer el amor, la solidaridad, la humildad, el desprendimiento... ruin, carentes, de amor y cariño fraternal... “0”, nadie quería a nadie, ni existía el compañerismo ni entre hermanos, ni los hijos con los padres, ni los padres con los hijos, yo me quedaba espantada, ¡qué orfandad!, como se puede vivir así tan vacíos, huecos de sentimientos, vivir egoístamente, para sí, desvalorizando al prójimo con rencor a todos y a todo.

Claro, yo recién me enteré, de las discordias y el problema de las trifulcas, domingueras, cuando ya mi querido Abuelo o sea a mi suegro, ya dejaba el mundo.

Prosigo el tema, de si mi madre me casaba porque tenía premio, siempre hasta hoy me tienta a la risa.

Después, el tema de porqué sus hijas, gorditas y rozagantes y se morían, se enfermaban y se morían y yo con 40 a 42 kilos estaba allí... “esa es otra que no podían digerir”, mi suegra me decía: “¿no te parece raro que mis hijas se enferman y se mueren y vos no, que raro, no?”.

Allí ya no me reía, pero le decía: “hay abuela, Dios sabe lo que hace, si me lleva a mí, ¿quién los va a cuidar a Uds.?”.

O sino les decía que el Tata Dios se iba a enojar por las cosas que decían, Ustedes tan católicas... las chicas desde los 6 a los 22, orando...

Un día me animé y le pregunté al médico como era el tema.

Primero de todo me dijo, urgente tiene que separar a su hijo de los enfermos y le dije como tenía que hacer, y me dijo: “si Ud. ve que hay un brasero y Ud. sabe que su hijo se va a quemar, ¿no lo va a sacar?”, - “si pero vivimos todos en una sola familia”, - “sáquelo llévelo a otra parte”, ese era mi problema, mi terror, el no verlo más, el nene tenia 18 meses, y se enfermó, le hice un enérgico tratamiento y se curó.

Pasaba lo siguiente; un día viene mi hijo, que él siempre me llamaba “Tata”, ya que mi suegra le prohibió decirme mamá... entonces viene el compadreándome, y me dice: “miá Tata que dio la Avela”... y me muestra el mate, que le estaba dando a mi cuñada Elena que ya le quedaba poco, y yo cuando veo, le quito de un manotazo y le doy una cachetada, ya sabes que no quiero que tomes mate, va llorando y le dice: “¡Abela, la Tata me lo quitó” y mi suegra me grita: “qué te anda pasando a vos, si tenes algún problema conmigo, no te la agarres con el chico”, que le podía decir, que no supiese, lo hacía del veneno que tenía, encima lo mío no era ningún misterio, me lo explico el médico, cuando estuve de mi “abuelita”, postiza, la judía y me tenía encerrada en el gallinero, ¡el hambre espantoso que pasé! Y comía frutas verdes, raíces, brotecitos, en fin me enfermé de los dos pulmones, así le expliqué al médico de “Unione e Benebolenza” que me sacó una radiografía y tenía secuelas en los 2 pulmones pero que como era de contextura fuerte me había curado sola, ¡sí, justamente... me curaron de “arriba”!, entonces al haber estado enferma, yo estaba inmunizada, yo vivía pidiendo que me dejaran atenderlos a todos y después me lleven...guauu, grrr, miau.

Hasta el médico que lo atendió a mi hijo también “se fue”... el nene se curó, le hice estreptomicina y otras y se curó.

Bueno esto ya lo expliqué.

Que en la misma semana que dejé de ir a Villa Diego a cuidar a mi suegro, una noche, tubo un vómito de sangre, quise saber que pasó, nadie le quería decir a la “sirvientita o a la muchacha”, que pasó, al final una me lo contó, al no estar yo se despacharon con todo, mi cuñado el mayor, al que le decían el Cacique, lo encaró a mi suegro y le exigió que le dijera porque se había casado con su madre y mi suegro, le dijo: “porque me dijeron que estaba embarazada y para darte un apellido a vos” y el hijo maledeto le dice: ”Por mi no te hubieras molestado, te regalo tu apellido y te repudio como padre” y allí no sé que se le reventó a mi suegro, la cuestión que empezó a vomitar sangre, que pasó no lo se, al día siguiente fui temprano a atenderlo y mi suegro estaba en cama y mi suegra le estaba cebando mates, fui a la pieza con el permiso de él porque me llamó, y en un descuido me dice: “ahora que las vieja se vaya a la cocina” y me dice: “no permitas que tu marido venda esta casa, es para cuando el nene sea mayor de edad”, y yo le dije: “Ud. me pide que me ponga en contra, no voy a poder con él y toda la familia”, - “vos vas a poder, porque yo de arriba te voy a ayudar, escúchame que no puedo hablar”, - “¡hay abuelo no me diga esas cosas!” y ya me puse a llorar, - “prométeme que lo vas hacer estudiar al nene de ingeniero agrónomo”, - “si abuelo, pero por que me dice estas cosas”, - “no llores que va a venir la vieja y que no te vea así, toma todos estos documentos, dáselos a tu hijo cuando sea grande, para que sepa quien es, quien es su familia y donde entra él, ahora andate que va a venir mi hijo a buscarme” y en eso llega y se lo llevan, él mira la casa como despidiéndose de todo y de mí y se van con mi suegra, mi cuñado y mi suegro.

Cuando se van me pongo a llorar, porque ya me sentía vacía, desprotegida, desamparada, algo se me iba con él... fue horrible.

Pasó una semana, lo habían internado en el hospital Británico, una mañana viene mi marido y me dice: “dentro de unas horas lo traemos” y le digo: “yo lo quiero ver ahora”, - “¿no entendes que dentro de unas horas lo traemos? y me puse a los gritos que lo quería ver ahora, ahora, no después, - “pero si lo vas a ver!!!”, - “no, ahora” y así, y me revolcaba, hasta que al final me dice : “bueno vestite que te llevo”, eran las 10 de la mañana, cuando me voy a vestir me doy cuenta que no tengo que ponerme y era agosto, un frío infernal, entonces me puse un tapado negro de mi suegra, que cabían tres como yo, le puse un cinturón de charol de 4 o 5 centímetros y unos zapatos de mi suegra, claro me había olvidado que la “muchacha no necesita ropa”.

Llegamos a la pieza de mi querido suegro; era una pieza con otra camita, para el crápula de mi cuñado “El Cacique”.

Mi marido por última ves me recalca que el padre está inconsciente, con los ojos cerrados y no te va  a ver, ...¡qué berretín de ir, para qué!...

Entramos a la pieza, había una silla junto a la cama y yo me derrumbé allí y le tomé la mano y me puse a llorar sobre ella y decía: “¿porqué, porqué abuelo, que pasó?”... y mi suegro comenzó a dejar correr unos inmensos lagrimones, y mi cuñada “la víbora”, la esposa de mi cuñado, le grita a la hija de mi suegro o sea la hermana de mi marido... y mi cuñada: “¡vení mirá que le está haciendo a tu papá que lo hace sufrir” y allí mi marido y mi cuñado me sacaron afuera y “allí mi suegro se corto”, yo dije para mí me estaba esperando, no puedo escribir esto sin llorar y pensar, ...Que vida más injusta, careció totalmente de lo que un ser humano puede brindar a otro, aunque sea para aliviar su alma que está por dejar ese cuerpo, como se puede ser tan desamorado, tan falto de sensibilidad...

Cuadro de texto: Julio A. Roca (el primero de la izquierda) En un conciertoMi suegro me di todos esos documentos y me dijo que, para cuando tu hijo sea mayor y sepa quien es.

 Pasaron los días y un día empezaron a desarmar los muebles, yo no sabía que pasaba, y en eso voy a ver que era ese batifondo y en eso me ven, estaban todos; mi suegra y su prole, al frente mi marido y dicen: “ella, ella” y digo: “qué pasa? – “vos debes saber donde están los papeles que estamos buscando” , - “¿y qué es?, y entonces me dicen, - “los tengo yo”, - “¿y porqué los tenes vos?”, - “y porque él me los dio”, y no me dejaron ni explicarles, “¿sí, y porqué te los dio a vos , y vos que le diste, porque algo le abras dado”!, y yo fui a la pieza, tomé todo y se lo tiré en la cara a mi suegra de la indignación, y mi marido al frente, ¡qué asco!, como se puede ser, tener un alma tan corrompida, empezando por mi marido.

Esa actitud de rebeldía y furia “siciliana” que me atacó, me costó mucho pesar.

Claro mi hijo se cansó de reprochármelo, nunca le dije que me dijo su “abela”... se lo dije después que falleció mi marido y el me lo reprocho toda la viada: “vos se los tiraste en la cara... ¿y estás orgullosa de la hazaña que hiciste?”, claro no le dije el porqué, “si el abuelo eso te lo dio para mí, por qué hiciste eso, si no era tuyo, ¡era mío!, el abuelo quiso que yo lo tuviera”.

Cuando falleció mi suegro, él era el único que llevaba el apellido. El tenía... era... que según mi suegro;

Era primo de “Don JULIO ROCA”

La madre era CIRES,

O sea “FELIPE MOYANO CIRES ROCA”.

Yo solo puedo decir que estuve casada 15 años con un “Coya”, que es lo que me tocó en el reparto.

Pero con quien?... hasta hoy lo ignoro. Un señor de Córdoba me envía unos fascículos.

Cuando mi querido “Abuelo” me lo dijo creyó que me iría a sentir menospreciada, herida al hacerme pasar por 15 años por la sirvienta o la muchacha, Que equivocado, después de ver el trato y el hostigamiento con que fue tratado, creo que esa soberbia, “esa aspiración o delirio”, nunca... se me hubiese subido a la cabeza, a tal punto más fuerte que un sentimiento.

Cuadro de texto: En la casa de Villa Diego , antes de irnosA la mañana empieza a venir gente “a ver la casa de Villa Diego”, yo los atendía y les decía mi parecer... “los desalentaba”, hasta que un día viene mi cuñado el Cacique, abre la puerta de su auto y la deja abierta y como una tromba, abre la puerta de la calle y me grita: “mocosa de porquería, vos que te crees, yo pongo el aviso de venta todos los días y vos me espantas los clientes” y le digo: “!Haaa..¡, la piensa vender, bueno yo voy a ir al juez y voy a pedirla parte de mi hijo y mía”, y allí grita mi suegra: “¡cómo?... esta casa es tuya” y yo no hubiese querido nunca llegar a eso, y me dice: “si esta casa es tuya... no quiero estar ni un minuto más en esta casa” y llamó que le lleven todos sus muebles, y se fue a la casa del Saladillo de mi cuñado, le dijo, la iba a vender, y la llevó a la casa de la hija, que tenía pensión y una pieza de 5 x 5 donde pondría todo el mobiliario, pero al mes, le sale la hija con que la situación.... y que precisaba la pieza, que la dividiría para estudiantes, y la subió al altillo en una piecita, y le vendió todos los muebles, yo fui a verla, con mi hijo, era fin de agosto y hacía un frió atroz y le digo: “hay abuela, por que no pone un brasero o un “Branmetal”, y me dice que la hija no la deja, - “abuela vengase a Villa Diego!!”, y me dice: “¡antes la muerte!”, a los días una pensionista, subió a lavar ropa y oyó un gemido y llamó a mi cuñada.

Ella subió y mi suegra hacía 2 días que estaba en el suelo, la internaron, le había dado un ataque de presión y se le torció la boca y un ojo, o sea parálisis de medio cuerpo.

Yo la fui a ver al sanatorio “Laprida”, y cuando me vio me echo tal mirada de odio que no fui más.

A los días va mi cuñada a esperarlo a mi hijo a “La Técnica”, y le dice: “la abuela se muere, Vamos”, y él  le dice: “¿y que queres que haga yo?”, - “quiere verte antes de morir” y mi hijo le dijo: “lo siento tía pero yo no voy”. Y aquí termina la historia de la “Coya y el niño”.

Que Dios me perdone, pero puede que Elena y Adelita con mi suegro descansen en paz, fueron tres almas atormentadas por la ambición, la incomprensión y la falta de cariño.

En una oportunidad, mi hijo sale de la técnica a la tarde y de allí se venía directo  al trabajo, donde trabajábamos los 2, yo lo había hecho entrar conmigo, que trabajaba en un negocio “coqueto”, donde concurría gente ... que el dueño hacía los anuncios en la revista “Ecos de Rosario”, se llamaba “Indiana”, mi hijo era el “sandwichero” , hacía los canapés, los triples, etc., ya que estábamos muy ligados desde chicos con los dueños de la fábrica de sándwiches “La Pan Pan”, a mi hermana y a mí nos enviaron al colegio, de allí que yo la supe atender en un momento crítico de su enfermedad a un familiar de ellos.

 

  

Mi carnet del Gremio de los Gastronómicos (las fotos de Perón y Evita me las colocó el Gremio)

Bueno, este lugar “Coqueto”, estaba en Mitre y Córdoba.

Mi hijo asistía a la “Escuela Técnica de Electrónica”.

Vienen los primos, “el Dani y el Pochi” y lo invitan a la salida, creo que a las 5 o sea las 17 hs., ellos salían del “Colegio Lasalle” y le dicen: “Felipe, vení a tomar la leche a casa y así charlamos”, él ni tenía necesidad ya que en el trabajo merendaba.

  

Mi hijo en la pensión

Mi hijo en EEUU

 

Y bueno, mi hijo fue, cuando estaba adentro, mi cuñada le dice: “Felipito veni afuera que quiero hablarte”, - “si Tía”, y le dice olímpicamente que se vaya, que no vuelva más, por que su compañía era negativa y malsana para los chicos... “si Tía...”.

Llega mi hijo al negocio y no volvía, entro en la cocina, que estaba el vestuario y el baño, esperé, digo... se estará poniendo la chaquetilla, y voy, no me quería abrir, estaba llorando desconsoladamente y yo abrí: “¡decime qué te pasa!” y no podía hablar... “¡la Tía, la Tía!”, - “¡qué paso, qué te hizo!”, - “¡me echó!”.

Y claro, yo sabía, pero el no, la musiquita del hijo bastardo, y le digo: “porqué fuiste”, - “y porqué vinieron a buscar”, - “bueno ahora ya sabes, que no sos persona grata, para ellos, se murió tu padre, ya no tenemos conexión con ellos”.

Claro cuando la encontramos en el hospital Pami II y que al verlo a mi hijo después de 20 años, casi le da un infarto, claro, se le vino todo a la cabeza, lo que nos había echo, con el tema “que no era de la familia”, hijo de quien sabe que padre.

Y mi hijo la salvó diciendo – Tía, vamos a tomar un café.

Estando en el bar, se desahoga y comienza a largar el rollo y nos cuenta que a los dos hijos los expulsaron del colegio Lasalle y que el Danito estafó a un policía y que lo buscaba “para liquidarlo al Danito... pobrecito”...

Entonces mi cuñado, que era el gerente de la mutual de un Gremio, sacó dinero para que el nene se fuera a España, y le hizo un agujero a la mutual, y el agujero quedó al descubierto.

Y qué ocurre... que el papá se enfermó y le pusieron un suplente, y el suplente pone el grito en el cielo y allí lo despiden a mi cuñado, él que todos los años hacían una recepción tirando la casa por la ventana, invitando a la “Elite de Rosario”.

La casa era una mansión “Engalanada Principesca mente”, con mozos, servicio de bufete, bajilla, mantelería, cortinas, mobiliario como en los cuentos de Hadas y el Príncipe.

Asistía la “crem de la crem”, todos los Galenos de la Mutual, frrr...

La cuestión que de la noche a la mañana... “blussssssss”.... se desinfló el globo, pero no todo estaba perdido un “Galeno le hizo dar la jubilación y una viviendo Pami”.

Claro un cambio fundamental, como decía el negro Rada: “Sorpresas te da la vida, la vida te da sorpresas”... y además decía el negro Rada: “yo tengo miedo que venga la mala”.... son traspiés...

Como le ocurrió a Fasi Lavalle, pero..... todo solucionable.

Nadie se muere dos veces, “pero eso sí... muchos recitan sin haber muerto”, psss...

Cambiando.

Cuando hacían las recepciones, por lógica que ni mi hijo ni yo podíamos asistir a esas festicholas, mi marido y los Correligionarios y Correligionarias sí, nosotros no entrábamos en ese nivel.

Entonces mi hijo me decía: “vieja, es muy triste la vida con sorna”...

Lo más siniestro que me podía ocurrir, me ocurrió, esta familia no nos podía ver, que estuviésemos, en paz y en armonía mi hijo y yo, estábamos trabajando, los dos y nos pagaban un sueldo a cada uno, no teníamos problemas y eso los enfermaba.

Empezó mi cuñada a venir a jorobarme en el trabajo y a decirme que necesidad tenes de trabajar, aquí, si ayudándome a mí podes ganar lo mismo que aquí y estas en familia, ¡cuanta hipocresía!

Mi hijo me decía no vas a ir a aceptarle ahora que nos libramos de esa gente... y venia ella y me decía que no podía encontrar nadie de confianza y que todas le robaban... “anda, ven a casa, no te hagas rogar”.

Aun la tenía a mi suegra, no se si fue un mes o tres, que la tuvo, en la pieza de 5 x 5, abajo en la pensión y luego la pasó a la terraza en una piecita.

Al final me convenció, yo me dije era por el mes de mayo, a fin de año termina el nene en la técnica y se recibe de técnico en electrónica... se pasan pronto...

Pero, pero el diablo metió la cola... o la víbora de mi suegra metió la cola.

Yo estaba viuda y le dije que no me pagara más que el ómnibus, ya que si los dos almorzaríamos  en la pensión y que le diese la merienda cuando salía de la técnica y me dijo: “quiero que vengas a las 8 de la mañana a las 8 de la tarde de lunes a viernes”, o sea que a la mañana viajábamos juntos y volvíamos juntos.

Mi cuñada tenía una nena que mi hijo le llevaba unos 6 u 8 meses, cuando supo que yo estaba embarazada, el temor de la familia era que fuese a ser barón y ser el único descendiente de esa familia y el único nieto que mi suegro ansiaba.

Que ocurre... un día mi suegra la dice a mi cuñada que mi hijo la quería violar a violar a su hija, mi cuñada puso el grito en el cielo y no se conformó, fue a la técnica a denunciarlo, digna hija de la víbora grande.

Me llaman del colegio para advertirme y yo cuando llego a casa, mi hijo se había ido solo y le pregunto que pasó y me dice que el ingeniero de la técnica lo interrogó, “¿y qué le dijiste?”, - “que sí”, - “¿y porqué?, - “porque ya me tienen arto esas dos víboras, que le pregunten a la Adriana”, y la piba clamaba, que eran mentiras de la abuela.

Cuadro de texto: Mi hijo con mi suegro en el palomar del Parque IndependenciaPero ya mi cuñada lo había echado y lloraba: “viste, yo te decía, no volvamos con esa familia”, y yo me reía porque no me quedaba otra, o reír o llorar y el me dice: “¿vos que vas a hacer?”, - “voy a seguir yendo y voy a arreglar que almuerces y meriendes en el Club Español Republicano”, fui y me dice que va a pagarme, ...”si con que el chico haga 3 o 4 cositas y se paga la comida, ponga las mesas y sirva”...

Pero me lo explotaba, ¡que hacía banquetes para atender 30 personas 50 y 100!... y mi hijo solo para atender, en fin.

Yo seguí yendo de mi cuñada, y fue así cuando se recibió de técnico, una empresa le dio una beca por ser el técnico más joven de Rosario, 17 años, fue una solución.

Un día, voy por una calle y me ve la piba Adriana, se escapó de la casa y fue de una amiga, la piba corre llorando y se me prende, “Tía salvame, la mami me quiere casar con un viejo y yo no lo puedo ni ver, ¡Tía salvame!” y yo pensaba y a mi quien me salva y le dije cuanto hacía que se había ido de la casa y me dice: “recién”, - “bueno nena, volvé ya, antes que note tu ausencia, vos la conoces, si te ayudo nos revienta a las dos”, y volvió... no la casó.

Pero la tenía también de sirvienta, lavaba las sábanas de la pensión y limpiaba las piezas, la tenía poco menos que secuestrada  y hasta la negaba, al final recién cuando cumplió 30 años recién se fugó de la casa.

Tenía la mentalidad y el cuerpo de una piba de 15 años, se fugó a un taller mecánico, que le gustaba el pibe y el pibe no supo que hacer con ella y la llevó a la casa y la piba lloraba desconsolada y les pedía no la lleven de vuelta a la casa que la madre la mataría y la madre del pibe se conmovió y le dijo la deje, que al día siguiente irían el padre y la madre a hablar con los suyos y así fue, mi cuñada le hizo la cruz, que no quería verla más... los padres de el los casaron.

En una oportunidad vamos con mi hijo a vender un coche, y cual no sería nuestra sorpresa, no pregunta si no tenemos que ver con fulana de tal... que está casada con mi hermano y tiene el mismo apellido y al preguntarle como se llama... “Adriana”.

No quedaban dudas y nos dicen que pasemos, y fue tal la alegría de la piba... y tenia un barón y mi hijo me dice: “vieja rajemos antes que venga el marido”, y en eso llega y nos dio un beso a cada una y nos cuentan que la familia les hizo la cruz y ni el pibe conocen, a mí me la van a contar... fueron... son increíbles.

Yo justifico a las chicas porque la madre las puso pupilas de los 6 años a los 22, no tuvieron cariño, ni amor de padres.

Y los barones por consiguiente, el ser humano precisa para cada etapa de su vida la guía y comprensión de sus padres.

Una anécdota para matizar.

Cuando me casé mi amado esposo me llevó a Bs. As., estábamos en un banco de la plaza y yo estaba empacada no quería ir a ningún lado, en eso viene un policía y como yo estaba llorando, le dice a mi marido, “¿que le está haciendo a esta menor?” y mi amado esposo le dice: “¡si es mi señora!”, - “si no me diga, tiene algún comprobante?... si no vamos a la comisaría” y yo saltaba de contenta... ojalá lo dejaran adentro... y el le dijo que mejor íbamos al hotel donde estábamos alojados y le mostraba la libreta de casamiento, y el policía aceptó, y al final le dijo que bueno, que para no tener más problemas llévela encima ¿?

Cuando volvimos de viaje de luna “de acíbar”, me lleva a su casa de Villa Diego, allí me pesqué el primer disgusto, que tuve, que había echo esta noble familia, de mi casa a la del consorte, llevaron mis bártulos, lo único que yo tenía, o sea mi bagaje, una valija, llena de “Alma que canta, Antena...” y todas las revistas de tango, tenía todo el repertorio de todos los cantores y cancionistas, el accidente de Gardel, el velatorio, el de Magaldi, infinidad de recuerdos, conmemoraciones, cuando se quiso suicidar Libertad Lamarque por Gardel, cuando surgieron Las Mellicitas desde el Teatro Infantil que había en la municipalidad de Rosario, no había artista que no lo siguiera y lo tuviera... y qué pasó?... pasó que como la casa de Villa Diego era casa antigua de esas que para ir al baño había que tomar un sulqui o ensillar un caballo, “digo” porque por lo general, lo hacían a una “legua”, bien lejos de la casa o sea al fondo del terreno.

Bueno, esto que me hicieron... por supuesto que me esperaban, y esperaban ver mi cara y ver que hacía o decía, como reaccionaba, Fui al baño y encontré clavado en el gancho todo mi bagaje de años, cuando vi eso, me volví a la pieza y me puse a llorar, vino mi marido y se puso a reír como un loco y me dijo: “¿y por eso vas a llorar?”, yo pensé: ...”ya veo lo que me espera”... y así fue nomás, yo nunca tuve nada mío o privado, me mezquinaban hasta mi hijo, me lo traían, “toma dale la teta” y me lo quitaban, ni siquiera fui dueña de disfrutar de mi hijo.

Ahora yo me pregunto qué clase de gente era esta?, cuando fui a esa casa un día les dije me mostraran alguna foto de cuando eran chicos y allí me di cuenta si no del todo, si de mucho... y me dicen que cuando venían de Córdoba a Rosario, les robaron los baúles, donde tenían todas las fotos, un día le digo a mi marido de enconada que estaba: “mira, todos los cordobeses son unos fallitos”, y me dice: “¿si?, mira que cosa vos estás casada con un cordobés, si cuando veníamos de Córdoba nos robaron todos los documentos y las cosas de valor”, y le digo: “¿y cómo...? en el tuyo dice: nacido en Rosario”, - “y claro mi papá nos anotó a todos en Rosario”... Para que le pierdan el rastro???

Allí me di cuenta que cuando vinieron de Córdoba hicieron borrón y cuenta nueva, a mi me llamaba la atención que no había un libro, solo había un diccionario de 1° grado nada más, ni cuadros, etc., solo las paredes.

Hoy pienso en lo que me hizo vivir esa gente y me espanta.

Todo lo soporté por mi hijo.

Mi suegra se levantaba a las 7 de la mañana a tomar mate y hasta que ella no dejaba de tomar... yo recién, con esa yerba me tenía que hacer un mate cosido, “era el reglamento de la muchacha”, cuando venía gente debía comer en la cocina.

En los velatorios debía servir el café y siempre fui la muchacha, debía desocupar yo sola el mobiliario de la sala mortuoria ¿?

Cuando falleció mi marido me fui por 20 años de Rosario con mi hijo a trabajar, los dos... y no di mi dirección a nadie.

Estando mi marido en vida y haciendo 15 años, un día le dije: “voy a ir al departamento de trabajo a reclamar los 15 años que me tuvieron trabajando como sirvienta, o la muchacha”, y el me dice: “¡y quien te va a creer?”.

Esto para creer o reventar, me fui antes de litigar con esa gente.

Si uno lo ve en las novelas dice: “¡Qué fantasía que hacen!...”

Lo más siniestro y aberrante que me dejó de recuerdo mi amado esposo, y... que cuando se cansó su familia de decirme que me había casado con premio, él nunca lo reconoció como hijo, amen de no querer, según el , tener hijos conmigo, cuando que al fallecer mi marido, esto ya lo explique, me fui con mi hijo a trabajar al norte y después de 20 años, volví a Rosario, y como una “zombi” voy a la panadería Famosa en Rosario y medio parientes, y cuando me ve el de la caja que era de los dueños, me dice: “¡qué haces?, - “y ya lo ve...”, “¡cómo ya lo ve... hace 20 años que desapareciste”, “heeeee... tanto hace??”, - “no te hagas al idiota”, hace 20 años que te busca tu familia”, - “¿y para qué?”, - “¡por la sucesión!”, - “haaaa... creí que era por algo importante”, - “no te hagas la piola, el qué está mal es tu cuñado el Cacique”, - “¿si?... lo tendré presente en mis oraciones”, - “no te hagas la estúpida, si lo queres ver vivo, anda que no se si pasa de esta noche”, y me fui volando y le dije a mi hijo: “¡llevame, llevame que se muere tu padrino!”, - “¿qué te pasa, te volviste loca, mira si con todo lo que te hizo el hijo de mil ...”, y me puse a llorar, “¡llevame!, mira... vamos, una ves...”, - “¡loca, loca!, no ves que va a estar toda la familia???”, - “por eso vamos una ves y asta el próximo velorio, no aparecemos”, bueno al final aflojó.

Estaba en el Pami II y pregunté como lo internaron allí y me dijeron que el médico de él estaba allí, y como le correspondía Pami , lo internaron en terapia intensiva, pero que después del medio día ya lo llevaban a la sala, estaba en un 2° piso o sea que debimos subir la escalera ancha y al llegar a la sala de espera sentados, estaban todos los familiares, apenas llegamos arriba estaban como en el cine, todos en hilera, cuando sube mi hijo fue la exclamación: “hoy... es igual al padre pero de 1,70 m.”, no tenía piernas cortas de Coya y mi cuñada “Benjamina”, que era la que me había mortificado, y me decía: “¡vamos decí quien es el padre... total ya estás casada!”, se puso blanca para desmayarse y mi hijo les dio un beso a cada una y le dijo: “tía Benjamina te invito a tomar un café”, y lo miraba y lo tocaba y decía: “increíble es igual a mi hermano”.

Esta señora, mi cuñada dejó de comer y no la pudieron hacer comer, se negó a comer y no pudieron hacer nada, se murió, por supuesto la familia decía... qué caso extraño, no le encontraron nada, un buen día no quiso comer más, hasta que se murió, igual que Gabriela gilli.

A mi cuñado no lo pudimos ver porque no lo trajeron y mi hijo me dice: “bueno ¿estás conforme? Ya los viste a todos, mira no los insulte por vos y por la que se hubiese armado, recién lo traen mañana, viste que después de 20 años, ¿cómo cambió esa gente?”.

 Cuando mi hijo nació era rubio de ojos celestes, me hostigaban... que a quién había salido y yo me despanzurraba de la risa y les decía que al lechero, era rubio de ojos azules.

Pero lo insólito, es que en esa familia los 7 hijos salieron a la suegra, se ve que la sangre Coya superaba todo, los 7 tenían cabello renegrido, y cuando me decían ... a quién sale... yo no podía contener la risa, pero lo hacían de venenosos ya que mi suegro era rubio y mi padre colorado pecoso, mi hermana, es colorada pecosa y con ojos amarillos de gato, yo color borra vino y ojos caramelo, ¡un corzo!, claro que con los años, todos cambian, además mi padre y mi madre Italianos, mi hermana tenía unas pecas como lenteja, ¡si la habré cargado!.

Bueno por qué quería verlo a mi cuñado antes de que se vaya de este planeta... quería me diese una confirmación que para mí era muy importante.

O sea que me llegué al día siguiente, a las 8 de la mañana, cuando me vio, se incorporó, abrió los ojos grandes, como si viese una alucinación, después de 20 años no lo podía creer.

Para explicar esto me llevaría una ”página”, en la próxima vida, si vuelvo aquí, se las cuento, no me odien.

Voy a comentar un suceso que me ocurrió que ya lo comenté al principio de esta página.

Una porque es un recuerdo muy agradable y “jocoso”.

Supe relatar, que vino a mi casa un joven más bien un “mastodonte”, perdonando la expresión y sin ofenderlo.

Esta expresión es o era porque yo tenía 13 años y algún 43 o 45 kilos por 1,60 m, él en cambio algo de 1,90 m y algo de 90 o 100 kilos... algo así como “Sansón y Dalila”.

Yo cuando venía algo así me escondía y espiaba.

Era un chileno, que como estaban por poner Alindar, la metalúrgica de Ovidio Lagos, habían venido ingenieros y técnicos a ponerla en marcha, y como la Acindar era de capitales chilenos.

Este era técnico y venía a pedir mi mano, y le decía: “vengo a pedir la mano de su cabrita”, y yo lo escuchaba y decía: “más cabrita será tu hermana”, claro yo no sabía que en chile le decían así.

Bien... mi madre que un técnico y de otro país viniera a pedir mi mano, era el zumun....

Por supuesto que lo aceptó y le dio los días de visita y todo quedó sellado.

El joven no me disgustaba, solo que lo veía viejo, para mí tenía 24 años y lo veía demasiado hombre para mí, en fin.

Lo recibía y nos sentábamos en un sofá doble, el me pasa el brazo por los hombros y comienza a bajar la manota y legó asta las costillas y allí le di un empujón que casi se cae al suelo y le digo que a mí no me va a manosear, si quiere que vaya a manosear a su hermana y lo eché.

Pasó una semana, 2 y no volvía y mi madre, se empezó a impacientar, como no volvía, creo que debe haber venido dos semanas... y al final la dije a mi madre, no lo esperes por que no va a venir más.

Y mi madre... “¿y por qué, que qué pasó?” y yo... “¡por lo que me hizo!”, - “y qué te hizo” y yo no quería hablar, “no porque vos lo vas a defender”, bueno dice mi madre, “vos contame y yo veo si estuvo mal”, y bueno, y le conté y para qué... “¿y por eso lo echaste al muchacho, si todos los novios hacen así con las novias, es una demostración de cariño sonsa!”, - “¡si... que le vaya a hacer esas demostraciones a la hermana a mí nadie me va a venir a manosear”.

Resumen, mi madre se fue a al Alindar a buscarlo y pedirle disculpas.

Pero el chileno ya no trabajaba más en Alindar, había partido hacia Bs. As., se fue con el grupo que vino y se fueron a Bs. As. A poner en marcha otra acería.

Mi madre me dice: “¿viste lo que hiciste?, ahora el muchacho se fue, preparate que vamos a ir a Bs. As.”.

Tomamos el tren.

Cuando el tren está por salir, guauu, miauu... suben un tropel de “Cadetes de la Armada”, cuando los vi subir me paré, bajé el bolso que tenía arriba en el portaequipaje.

El tren se llenó, yo era la única piba digamos y mi madre empezó: “che mocosa, saca ese bolso y deja sentar al muchacho” y yo miraba por la ventanilla, ya que me senté sola y mi madre enfrente y me empezó a dar puntapiés... “che mocosa, saca ese bolso y deja sentar al muchacho” una caterbada, todos parados, hasta que empezaron todos en coro: “¡que lo deje, que lo deje...!”, yo los quería triturar, al final con una furia homicida saqué el bolso y lo dejé sentar y seguí mirando por la ventanilla abierta, cuando tomé el bolso me dice: “no por favor faltaría más...” y lo acomodó arriba y todos aplaudían, y me dice:  “¿como se llama?” y yo ni lo miraba, “haber , voy a adivinar; María Rosa, etc...” y mi madre le dice: “se llama Rosalía”, y Rosalía de aquí, Rosalía de allá... y en eso me dice: “¿qué le gustaría ser cuando sea grande?” y me doy vuelta y le digo: bataclana”...  y como se quedó mudo y no habló más, me doy vuelta y le digo: “y ahora qué, le comieron la lengua los ratones” y me dice: “me dejó helado... yo por lo menos pienso casarme tener hijos...”.

Recién lo miré, tenia lindos ojos y yo pensaba: ...”es un cadete, que tendrá 17 o 18 para ingresar... y que hago con este si mi madre me quiere casar ya... y este tiene que hacer una carrera., no, no puedo ponerme de novia, si no casarme, para qué lo voy a ilusionar y me voy a ilusionar, sobre algo que no, no puede ser”.

Todo eso lo pensé en un minuto, ya no lo trataba con hostilidad.

Y me dice: “Rosalía, ¿me va a dar la dirección, para que le escriba?” y me da la dirección de él:

José Adolfo del Signo, embarcado en el “Torpedero Catamarca” que está atracado en la Dársena Norte

Por supuesto que debe ser abuelo, ya a esta altura.

Se me hacía que era un buen pibe y no se merecía que lo destruyera ya que recién abría las alas para volar.

No voy a negar que al final el pibe me “ganó” o sea, se hizo acreedor de mi simpatía y hasta me cayó bien, pero... y qué hacemos después?....

Mi hijo me decía: “hay vieja vos pensabas mucho, nada en vos siempre en los demás”.

Llegamos a Bs. As. Y el pibe atento nos bajó los bolsos y se despidió y se fue, el llevaba mi dirección y yo la de él, de la Armada.

Prosigo con mi relato, fue mi madre a la empresa que le dieron en Acindar , que estaba el chileno y allí le dieron el domicilio, me llevó mi madre y nos atiende una morocha de 1,80 m, y mi madre le pregunta por el joven y ella le dice que desde hace un mes vive con ella.

Y a mi madre se le cayó la estantería.

Ya saltaba de contenta. El joven se llamaba de apellido Gonzáles, el nombre???.

Y el tiempo se le terminaba... volvimos a Rosario, yo contenta mi madre decepcionada, frustrada, otro fracaso.

Mi madre le dice a una señora que hacia todo el trabajo de la casa: “Doña Rosa, va a venir el cartero a traer una carta de Bs. As. a nombre de la Cuca, Ud. intercéptela y no deje que ella la reciba y menos que la lea”, yo estaba sintiendo, por lo que debí ponerme a vigilar al cartero, y una de esas viene y yo corro y la señora me la quita, aparece mi madre y se la quita, yo quería leerla, y estuvimos de pugilato, al final mi madre me dice: “¡la vamos a romper, dejame que te la voy a leer!” y así fue, yo estaba ansiosa y emocionada y mi madre se quedó con la carta y le pidió a un familiar que la conteste y no se que le puso, porque el joven no me escribió más.

Pasó cerca de 2 años yo voy a Alberdi, con mi hijo a mostrarlo, era un “cerdito”, a los 2 meses pesaba 10 kilos yo con 40, 42 kilos no lo podía llevar.

Tomé el Expreso Alberdi y lo llevo, tenía 6 meses.

Cuando llego de mi familia me paro y se para un joven y va para adelante, cuando vi que era el Marinerito, retrocedí para bajar por atrás y el me miraba con aire de sobrador, me "relojea" de arriba abajo, mira el nene y se larga a reír.

Claro yo en el tren, cuando me preguntó que me gustaría ser cuando sea grande y le dije de mal modo, Bataclana... de allí la sonrisa irónica, como diciendo... ¿no querías ser bataclana,  qué te pasó... te falló?.

Por supuesto nunca más lo vi, al bajar del ómnibus y quedar los dos allí parados, esperé que siguiera y no me viera donde iba.

No se si siguió la carrera, pero si está en este planeta debe ser abuelo y debe haber sido un buen esposo, padre y abuelo.

Como estaba de particular y el tradicional bolsito, marinero, pensé debe tener unos días franco... y colorín colorado aquí se terminó el “Idilio Marineril”. Stop

 

Con fe y humildad, María.

 

 

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